Estudiar no debe ser un acto de consumir ideas y aprenderlas de memoria sino de crearlas, compartirlas y recrearlas. La educación no debe estar diseñada para darnos respuesta a determinadas preguntas sino para facilitarnos los medios y las capacidades para encontrar la respuesta a todas las preguntas.
Cuando aprendemos de memoria la respuesta a una pregunta la olvidamos fácilmente. Pero cuando la respuesta la encontramos después de un proceso de búsqueda, selección, investigación y verificación, entonces no se olvida fácilmente. Hoy en día a nadie se le ocurre pensar que lo que van a necesitar nuestros hijos para su futuro se encuentra encerrado en los libros de texto, que el que sepa mejor esos textos podrá tener un futuro mejor. Todos sabemos que el conocimiento está en la red y que es necesario saber buscarlo, separar el grano de la paja, lo verdadero de lo falso, filtrarlo con los criterios adecuados, validarlo, utilizarlo, construir sobre él, comentarlo y compartirlo.
Los libros de texto no aportan conocimientos nuevos, muchas veces son exclusivamente resúmenes esquemáticos de informaciones descontextualizadas, se limitan a reproducir conocimientos ya sabidos y recogidos en otros libros que sí debemos saber buscarlos y consultarlos de manera física en el colegio o en la biblioteca y también de forma virtual en la red.
Los libros de texto presentan muchas deficiencias que los hacen completamente desmotivadores y en gran medida responsables del fracaso escolar:
-(a) Presentan los contenidos de forma unidireccional, descontextualizandos y aislados.
-(b) Tienen intereses ideológicos y políticos. Limitan el papel del profesor, que se convierte en un mero intermediario, entre la editorial y el alumno, o entre la Administración y el alumno.
-(c) Fomentan un reduccionismo metodológico del profesor.
-(d) No desarrollan la formación crítica del niño, limitando además la experimentación.
-(e) Fomentan el aprendizaje de tipo memorístico y repetitivo.
-(f) No apoya la contrastación de lo estudiado con la realidad.
-(g) No respetan las experiencias previas del estudiante, ni su ritmo de aprendizaje.
-(h) Presentan los contenidos como productos acabados y formalizados.
-(i) Seleccionan y en consecuencia obvian información.
-(j) Se presentan como un fin en sí mismo, no como un medio o un instrumento.
-(k) Limitan el desarrollo de las habilidades cognitivas del alumno favoreciendo aquellas que se apoyan en los códigos verbales e icónicos estáticos.
-(l) Se convierten en el único elemento de control del currículum.
Para reflexionar un poco sobre el tema os propongo la siguiente bibliografía cuyos enlaces indico a continuación:
http://recursossocioeducativos.wordpress.com/2009/02/10/trabajar-sin-libros-de-texto/
Haz clic para acceder a 39.pdf
http://www.diariodemallorca.es/mallorca/2008/06/19/mallorca-conocimiento-libros-texto/368895.html
http://otraescuelaesposible.es/cuadro04_1.htm
Si ya has leído y reflexionado sobre el tema te estarás preguntando ¿Sería posible trabajar en mi colegio sin libros de texto?
Basándose en la experiencia de un colegio público de educación infantil y primaria de Madrid, el profesor Rafael Feito nos cuenta de forma práctica en qué consiste el trabajo por proyectos y sin libros de texto obligatorios. Leer.
Merece la pena dedicar un poco de tiempo a leer con detenimiento este articulo. El texto que en el se presenta procede de un trabajo de campo más amplio en el que el autor analiza el funcionamiento de un Centro público de Educación Infantil y Primaria que realiza innovación educativa. No tiene desperdicio.